¿Por qué la visita al dentista nos da miedo? ¿Por qué tiene que ser un día gris? Nos hacemos estas preguntas constantemente, tratando de comprender por qué un evento tan común y necesario puede generar tanto temor. Sin embargo, en el Valle del Tessaout, este momento se convierte en algo totalmente distinto, algo divertido, lleno de emociones positivas y alegría.
El viaje comienza temprano en la mañana, bajo la lluvia, con sueño y aprensión. Para muchos de estos niños, es la primera vez que se aventuran tan lejos de sus hogares sin sus padres, recorriendo alrededor de 50 kilómetros hasta llegar a Demnate. Cada aspecto de esta experiencia es nuevo para ellos: salir de sus pequeños pueblos, viajar sin la compañía familiar y, por supuesto, visitar al dentista.
Después de fortalecerse con un buen desayuno, los niños y niñas, de entra 5 y 10 años, salen tan emocionados hacia la esperada visita. Llenos de expectación y con las emociones están a flor de piel. Los nervios y el miedo se hacen presentes. “Estaba con una niña muy asustada, pero tomé su mano y la tranquilicé”, nos cuenta Chaima, una de las maestras.
Las maestras de aG están ahí para acompañar y reconfortar a los niños en esta nueva experiencia, pero algunos casos presentan dificultades adicionales, como el de Hakima, una niña sordomuda. Samira, maestra y coordinadora, nos relata: “Estaba con ella y con la dentista porque Hakima tenía dolores, pero no podía expresar su dolor. Aunque es muy inteligente y podemos comunicarnos con ella mediante gestos. Cuando le pusieron anestesia, sintió que su boca era muy grande y lloró, pero le dimos un espejo y cuando vio su cara normal, se alegró”.
El miedo y el dolor se desvanecieron con las animaciones, los juegos en el parque, las canciones y los bailes. Los niños y niñas disfrutaron cada momento, descubrieron lugares en los que nunca habían estado y rieron, rieron mucho. Y la conclusión más bonita de todo este viaje fue: “Los niños y las niñas estaban felices y no querían volver a casa”.
Desde aG, queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a todas las maestras que hacen posible estas experiencias: Samira, Nadia, Chaima, Zahra, Ghizlane, Safa, Khadija, Asmae, Fatima y Bahija. Su labor es fundamental en el área de sanidad y vuestra dedicación y apoyo han hecho posible que estos niños y niñas vivan momentos de alegría en situaciones que podrían ser abrumadoras.
Cada visita al dentista en el Valle del Tessaout se ha convertido en una oportunidad para que estos pequeños experimenten la felicidad y descubran que, a pesar del miedo inicial, pueden encontrar alegría y diversión en los momentos más inesperados.
Seguiremos trabajando para hacer de este mundo un lugar más justo y equitativo para todos. Recordad que podéis haceros socios de Acción Geoda en nuestra página web.